Cuán hermosa luce tu piel
Asomada en la ventana,
Que nada esperas del ayer,
Sólo aguardas el mañana.
Los bucles como cascadas
Van inundando tu pecho,
Mientras mejillas rosadas
Del sol se van guareciendo.
Tus ojos buscan el mar
Por encima de los llanos,
Lo ansían tanto encontrar
Que se apoyan en tus manos.
Quizá sueñan con volar
Por encima de los charcos.
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