tarde violácea, en abril;
esa primavera insomne,
una triste sonrisa gris.
No sé cómo, llegué a parar
a este orfanato de besos,
a este antro para olvidar,
donde abandonar los huesos.
"¡Démosle la bienvenida
a 'Érato con sus Amantes';
estrella desconocida,
artista de las de antes".
Me dije: 'habrá que escuchar
esta voz rota y profunda
que se empieza a deslizar
con su acústica rotunda'.
Como los buenos licores,
poco a poco me embriagaste,
disfrutar de tus canciones
me empujaba a acompañarte.
Ese laurel en tu pelo,
esa mirada distante,
pendiente siempre del cielo
vigilando a los amantes.
Aroma a sal en tus versos,
sinceridad que envenena,
poco a poco me hacían preso
deseando cumplir condena.
Mucho en cuanto soy ahora
sólo es que a ti te lo debo,
por ser mi fiel impulsora,
a ver el mundo de nuevo.
Ahora con la mente ígnea,
yo no sé cómo pagarte;
torpes trazos estas líneas
que no buscan sino honrarte.
Siempre serás, siempre fuiste,
flor de talento y de rima,
pues sólo tú conseguiste
despertar a quien te escriba.
Sé que habrás de perdonarme,
ahora que encontré a la mía,
aunque no podré olvidarme
de ti, gran musa, poesía.
Un bar cualquiera, con su propia Érato. Imagen por cortesía de: http://www.eventrocks.com/assets/bar_mediterraneo_barcelona_1_31471.jpg |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si te gusta: COMENTA...