viernes, 31 de enero de 2014

Soledad segunda

Desvelado y contemplando
el rielar de mi propia sombra
sobre la pared del cuarto,
el yerto cirio se desdobla

taciturno y dibujando
visiones que a oscuras te nombran;
el tic-tac se va cobrando
amargos minutos y horas.

El negro pesa en mis pupilas.
El papel yace siniestro
sobre el cedro de la mesilla.

Agrupo recuerdos nuestros
que las tinieblas iluminan
a pesar que no hayas vuelto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te gusta: COMENTA...